'Esto es Cádiz y aquí hay que mamar'
Hace poco más de un mes recibía los últimos consejos y recomendaciones antes de que me hiciera cargo del área de documentación del periódico durante el mes que mi 'jefa' estaría de vacaciones.En aquel momento, lo que más problemas -decían- podría darme sería el primer partido de Liga. Para colmo, era entre el propio Cádiz CF (en su casa) y el Realísimo Madrid, que más que un equipo parece una multinacional.
En efecto, salí airosa del Trofeo Carranza, de las ferias de los pueblos de media provincia, de los incendios forestales y de los pinitos del Ayuntamiento, pero hasta hoy no fui consciente de lo que se me venía encima.
Esta mañana me encontré con 108 fotos del partido disputado ayer entre los dos equipos (y eso que perdieron). Todas para mí solita, pacientemente esperando para ser catalogadas una detrás de otra. Y eso SÓLO del partido de ayer, un especial de diez páginas a todo color. LLegó un momento en que no distinguía ni los colores de las camisetas, e incluso llegaba a confundir a Ronaldo con Matías Pavoni y a Raúl con Enrique Ortiz.
Supongo que hasta el próximo encuentro estarán 'tirando' de archivo y me dejarán descansar (al menos de lo que a fútbol de Primera se refiere). Entretanto, cruzaré los dedos para que mi 'jefa' vuelva pronto y por fin seamos de nuevo dos las que llevemos el peso documental que supone un periódico.
Me parece curioso cómo los becarios sólo somos becarios a la hora de cobrar, ya que a la hora de currar somos uno más con -aparentemente- menos responsabilidades. Sería interesante ver cómo se las arreglaría cualquier medio de comunicación, empresa o institución si los becarios nos pusiéramos en huelga los meses de verano.
Menuda tontería, ese tipo de cosas no están recogidas en nuestros convenios entre universidades y empresas. Probablemente nos echarían sin demasiados remordimientos de conciencia y tirarían de lista hasta el siguiente becario que seguro dará las gracias igual que la dimos todos.
En fin, después del palizón de Liga que me he dado hoy sólo me quedan fuerzas para repetir la frase más socorrida en la capital gaditana en los últimos días:
'Ese Cádi.. OÉ', y que el resto del mundo se vaya al traste si hace falta.